Tres leches a presión

Rocía con aceite un molde de torta apto para la fast pot. Si usas un molde de dos partes, asegúrate de que no escurra por las junturas (chorree). Para evitar esto, puedes cubrir la base con papel aluminio.

En un bowl, agrega las yemas y 150 g de azúcar. Bate a velocidad alta con una batidora eléctrica hasta que las yemas estén amarillo pálido y hayan duplicado su volumen.

Mezcla la harina con los polvos de hornear y agrégalos a las yemas junto con la leche y una pizca de sal. Bate sólo hasta que se incorporen los ingredientes.

En otro bowl, agrega las claras y bate las claras hasta que estén espumosas por completo. Espolvorea el resto del azúcar y sigue batiendo hasta que lleguen a punto de nieve.

Agrega las claras batidas a las yemas e incorpora con una espátula de silicona de manera envolvente (mezcla sólo hasta incorporar para que la mezcla no pierda aire) Luego vierte la mezcla en el molde.

Puedes cortar un trozo de papel de aluminio de 50 cm., dobla en tres (a lo largo) para hacer una cinta de 50 cm de largo. Coloca la cinta debajo del molde y sube los extremos para usarlos como asas.

Agrega a la Olla 375 ml o 1 y ½ taza de agua fría. Luego instala la rejilla, coloca el molde sobre ésta, tapa y programa.

Mientras el bizcocho se cocina, mezcla todos los ingredientes del remojo y reserva.

Una vez que termine la cocción, deja reposar por 15 minutos y luego usa el Método Rápido de Liberación de Presión. Cuando la presión se haya liberado y la válvula de flotación haya bajado, abre la tapa.

Retira el molde de la Olla y saca el aluminio, usa una brocheta de madera en cada mano y llena de hoyos el bizcocho (puedes usar cualquier objeto que permita formar estos pequeños hoyitos, siempre cuidando que no dañen el material del molde). Entre más hoyos tenga, mejor absorberá el remojo.

Vierte el remojo de a poco sobre el bizcocho hasta que no pueda absorber más. Refrigera por al menos 4 horas antes de servir. Si usaste un molde de 2 partes, coloca el molde sobre una bandeja o plato hondo para atrapar el remojo que pueda escurrir.