Masa de pizza

Mezcla la harina con la sal. Coloca sobre el mesón de cocina en forma de montaña y forma un agujero en el medio para darle forma de volcán.

Desmiga la levadura fresca y coloca en el centro del volcán. Agrega 3/4 del agua al centro y disuelve la levadura con la mano o un tenedor. Sigue revolviendo el agua y mezcla de a poco con la harina para formar una masa. Amasa por 10 minutos para obtener una masa lisa y homogénea (si sientes que la masa está seca, agrega el resto de agua de a poco).

Da forma de pelota a la masa, coloca en un bowl aceitado y cubre con papel film o un paño húmedo.
Deja reposar en un lugar tibio hasta que duplique su tamaño (1 a 2 horas).

Para estirar la masa, colócala sobre el mesón enharinado o con sémola. Aceita ligeramente tus manos y aplasta la pelota de masa. Empieza a apretar la masa apretando y estirando ligeramente con tus manos y con cuidado de no romperla.
Trata de dejar los bordes más gruesos que el centro. Si prefieres, también puedes estirar la masa con un uslero.

Junta las espátulas en el mesón para formar un círculo, espolvorea con sémola. Coloca la masa encima y prepara la pizza que deseas.